La mayoría de las infecciones informáticas no ocurren por fallos técnicos, sino por descuidos humanos. Adoptar buenas prácticas digitales es como lavarse las manos en el mundo virtual: simple, cotidiano y vital. Este artículo presenta una guía clara para mantener tus dispositivos libres de virus, malware y otras amenazas.
Las actualizaciones corrigen vulnerabilidades que los ciberdelincuentes podrían explotar.
Un antivirus actualizado es tu primera línea de defensa.
Evita instalar programas desde sitios desconocidos o enlaces compartidos por terceros.
Muchos virus llegan disfrazados de mensajes legítimos.
Aunque no lo parezca, una contraseña débil puede abrir la puerta a infecciones indirectas.
La seguridad digital es colectiva. Si compartes tu equipo, asegúrate de que todos sepan cómo usarlo con responsabilidad.
En caso de infección, tener un respaldo puede salvar tu información.
La prevención digital no requiere conocimientos técnicos avanzados, sino hábitos conscientes. Estas prácticas, cuando se convierten en rutina, fortalecen tu seguridad y la de tu entorno. En tiempos donde la conectividad es constante, proteger tus dispositivos es proteger tu identidad, tu privacidad y tu comunidad.
